Estados Unidos y Cuba anunciaron (17 de diciembre) la “reanudación inmediata” de las relaciones diplomáticas entre ambos países, que no existían desde 1959, año de la revolución cubana, y que supuso un embargo comercial al país caribeño que comenzó en 1960 y que continúa vigente.
Si en la actualidad la homosexualidad en Cuba no está penalizada e incluso el Parlamento debate el reconocimiento de la unión civil para homosexuales, los derechos de la comunidad gay fueron duramente violados al principio del bloqueo, y ser homosexual fue declarado ilegal. Entre 1965 y 1968, los homosexuales eran enviados a campos de trabajo, las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), al ser rechazos en las Fuerzas Armadas Revolucionarias por su orientación sexual. Se estima que más de 25.000 hombres pasaron por estos campos a lo largo de los tres años que se mantuvieron abiertos.
El documental de 1983 “Conducta impropia” contó por primera vez como eran llevados a esos lugares, y las duras condiciones que se encontraban los jóvenes que eran reclutados. “Durante una acción policial a gran escala por todo el país, miles de jóvenes son llamados en sus casas y llevados en trenes, camiones y autobuses hasta la provincia de Camagüey, donde son concentrados en diversos estadios deportivos. Luego se les traslada hacia zonas agrícolas, para realizar trabajos, sobre todo en el corte de caña. Se albergan en barracas insalubres, ubicadas en campamentos cercados con alambre de púas, que son custodiados por efectivos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias”, relata un protagonista.
El Gobierno Revolucionario pretendía “reeducar” a los homosexuales en estos campos de trabajo. Raúl Castro era entonces Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En 1966 atacó directamente a estos jóvenes. “El primer grupo de compañeros que han ido a formar parte de las UMAP se incluyeron algunos jóvenes que no habían tenido la mejor conducta ante la vida, jóvenes que por la mala formación e influecuncia del medio habían tomado una senda equivocada ante la sociedad y han sido incorporados con el fin de ayudarlos para que puedan encontrar un camino acertado que les permita incorporarse a la sociedad plenamente”, dijo.
La presión de organismos internacionales, y de intelectuales, artistas y escritores en Cuba consiguieron que estas UMAP fueran clausuradas. “Según los ex confinados —que actualmente tienen una asociación de igual nombre en Miami—, allí ocurrió de todo: juicios sumarios, automutilaciones, suicidios y todo tipo de abusos por parte de los guardias. Se dice que la documentación sobre esos campos de concentración fue destruida”, asegura Cubaencuentro, un portal en Internet donde exiliados cubanos comparten informaciones.
Según el mismo medio, Fidel Castro ofreció un discurso en 1968 en la Plaza de la Revolución que daría origen a la persecución de “hippies, melenudos, prostitutas y homosexuales”. “En nuestra capital, en los últimos meses, le dio por presentarse un cierto fenomenito extraño, entre grupos de jovenzuelos, y algunos no tan jovenzuelos (…) que les dio por comenzar a hacerpública ostentación de sus desvergüenzas. Así, por ejemplo, les dio por comenzar a vivir de una manera extravagante, reunirse en determinadas calles de la ciudad, en la zona de la Rampa, frente al hotel Capri…”, dijo el que más tarde sería máximo mandatario en el país.
A Fidel Castro le costó admitir este atropello a los derechos humanos a la comunidad homosexual. Exactamente, 45 años. Fue en una entrevista al diario mexicano La Jornada, recogido por el argentino Página 12. “Fueron momentos de una gran injusticia, ¡una gran injusticia!, la haya hecho quien sea. Si la hicimos nosotros, nosotros... Estoy tratando de delimitar mi responsabilidad en todo eso porque, desde luego, personalmente, yo no tengo ese tipo de prejuicios”, dijo.
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