Al crecer, Sam buscaba desesperadamente ser como sus hermanos mayores, atléticos, traviesos e incluso un poco machista. Quería vencer a Eli en el tenis y derrotar a Peter en juegos de computadora de fútbol y aprender todo sobre cada jugador de baloncesto. Pero Sam era diferente.
Y su viaje para permitirse a sí mismo ser lo que la naturaleza quería que él fuera no fue fácil para nadie. Cuando lo vi luchar quería saltar a ayudarlo pero sus hermanos mayores me detuvieron. Me dijeron no podía transitar ese sendero hecho para Sam. Era su viaje no el mío. Tuve que esperar que él se se hiciera dueño de si mismo en su propio tiempo.
Yo podría hacérselo más sencillo permaneciendo visible a su lado, amándolo claramente, siempre estando ahí y siempre haciéndoselo saber.
Finalmente a los 20 años, mucho después de vencer a sus hermanos en tenis y en la computadora y saber más que nadie de baloncesto, Sam fue capaz de ponerse de pie con orgullo y decir 'soy homosexual".
Uno de los grandes privilegios de mi vida fue poder formar parte del viaje de Sam.
Hay gente por ahí organizaciones y políticos extraños que ni siquiera han conocido a Sam que prefieren dedicarse a negar su felicidad.
¿Por qué alguien quiere evitar que mi hijo, o el de cualquiera, tenga las garantías jurídicas básicas como licencia familiar médica, seguro social para deudos, o un seguro de salud? No tiene ningún sentido, no tiene sentido pero esta gente no va a cambiar. Estoy orgullosa de apoyar a HRC, sumar mi voz, ¿te unirías a mi?
Si tú eres LGBT (lesbiana, gay, bisexual o trans), padre o abuelo de un menor LGTB, o simplemente una gran persona con fuertes convicciones, espero haberte convencido para estar junto a HRC (Human Right Campaing) por la igualdad. ¡Estarás satisfecho de haberlo hecho!
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