El fallo de un tribunal ruso ha retirado los cargos de
“propaganda de relaciones sexuales no tradicionales ante menores” a una
activista y se ha comprometido con las políticas internacionales.
En marzo de 2009, la
activista Irina Fet protestó contra las leyes homófobas rusas
recurriendo a la estrategia de la desobediencia civil, esto es,
incumpliendo de forma consciente y pública una ley que se considera
ilegítima.
Lo hizo entrando en escuelas y bibliotecas portando un cartel en el que se podía leer: “La homosexualidad es normal. Me siento orgullosa de mi preferencia sexual". Por esta acción, Irina Fet fue detenida y multada con 1.500 rublos (unos 34 euros) acusada de “informar a los menores de edad sobre la homosexualidad”, según recogen los medios.
Moscow Pride, la organización de defensa de los derechos LGTB en la que Irina Fet milita, recurrió la sentencia, pero el recurso fue rechazado por un tribunal local. Entonces recurrieron al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas y en octubre de 2012 esta institución falló a favor y describió la ley vigente en la provincia rusa de Riazán como “discriminatoria” y “arbitraria”.
Este miércoles, un tribunal regional ha aceptado la sentencia internacional y ha eliminado todos los cargos contra Irina Fet. La decisión puede sentar un precedente contra la ley federal rusa que prohibe cualquier tipo de propaganda ante menores de las relaciones homosexuales y que ha generado una oleada de rechazo internacional.
Lo hizo entrando en escuelas y bibliotecas portando un cartel en el que se podía leer: “La homosexualidad es normal. Me siento orgullosa de mi preferencia sexual". Por esta acción, Irina Fet fue detenida y multada con 1.500 rublos (unos 34 euros) acusada de “informar a los menores de edad sobre la homosexualidad”, según recogen los medios.
Moscow Pride, la organización de defensa de los derechos LGTB en la que Irina Fet milita, recurrió la sentencia, pero el recurso fue rechazado por un tribunal local. Entonces recurrieron al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas y en octubre de 2012 esta institución falló a favor y describió la ley vigente en la provincia rusa de Riazán como “discriminatoria” y “arbitraria”.
Este miércoles, un tribunal regional ha aceptado la sentencia internacional y ha eliminado todos los cargos contra Irina Fet. La decisión puede sentar un precedente contra la ley federal rusa que prohibe cualquier tipo de propaganda ante menores de las relaciones homosexuales y que ha generado una oleada de rechazo internacional.
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