Un tribunal de Chambery, en el este de Francia, ha
autorizado el enlace entre dos hombres, uno de ellos ciudadano marroquí,
tumbando así la convención bilateral entre París y Rabat que impedía
estas uniones.
La aprobación del
matrimonio homosexual en Francia el abril pasado, además de la
enorme e inesperada polémica de la que se vio rodeada, excluía a
los ciudadanos de once países, entre los que se encuentran las
excolonias de Marruecos, Argelia o Túnez, en virtud de acuerdos
firmados entre París y los respectivos gobiernos.
Ahora, una sentencia de un juez de Chambery ha dado la razón a la pareja, aunque todavía no se conoce si la Fiscalía francesa apelará la decisión. Por lo pronto, se trata de un “precedente que abre la posibilidad a que los homosexuales marroquíes puedan casarse con franceses”, considera el abogado de Dominique y Mohamed.
El tribunal ha considerado que la aprobación del matrimonio homosexual en Francia obliga a una revisión de los acuerdos internacionales con países como Marruecos, donde la homosexualidad está prohibida por ley. Didier Besson, el abogado de la pareja, ha recordado que la ley marroquí que impide el matrimonio entre una persona musulmana y otra no musulmana tampoco se aplica en Francia.
El letrado pidió, a través de Le Figaro a la ministra que interceda para que el Ministerio Público no apele la sentencia, lo que, según él, soluciona el problema que se plantearía al Ejecutivo si tuviera que negociar, una por una, cada convención bilateral.
Ahora, una sentencia de un juez de Chambery ha dado la razón a la pareja, aunque todavía no se conoce si la Fiscalía francesa apelará la decisión. Por lo pronto, se trata de un “precedente que abre la posibilidad a que los homosexuales marroquíes puedan casarse con franceses”, considera el abogado de Dominique y Mohamed.
El tribunal ha considerado que la aprobación del matrimonio homosexual en Francia obliga a una revisión de los acuerdos internacionales con países como Marruecos, donde la homosexualidad está prohibida por ley. Didier Besson, el abogado de la pareja, ha recordado que la ley marroquí que impide el matrimonio entre una persona musulmana y otra no musulmana tampoco se aplica en Francia.
El letrado pidió, a través de Le Figaro a la ministra que interceda para que el Ministerio Público no apele la sentencia, lo que, según él, soluciona el problema que se plantearía al Ejecutivo si tuviera que negociar, una por una, cada convención bilateral.
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