West Queen West, el barrio de Toronto

Toronto es un entorno de tolerancia total en cuanto a origen y orientación sexual, siendo uno de los países con mayor poder adquisitivo del mundo, el resultado es West Queen West, el distrito del arte y el diseño de Toronto.

Si se mezcla a personas procedentes de todos los continentes, en un entorno de tolerancia total en cuanto a origen a orientación sexual, con una red de galerías de arte y tiendas de productos originales, en uno de los países con mayor poder adquisitivo del mundo, el resultado será West Queen West, el distrito de arte y diseño de Toronto.
Se trata de un barrio que por su vida nocturna y su fondo social, cultural y artístico, pero también por el arte, se ha convertido en la versión, posiblemente mejorada, de otros famosos barrios hipsters del mundo como Silver Lake (Los Ángeles), Williamsburg en Brooklyn, Mission en San Francisco o ya en Europa el Borne de Barcelona, la Malasaña de Madrid o Kreuzberg en Berlín. West Queen West es un distrito para visitar, pero sobre todo para experimentar y conocer el Toronto y el Canadá más de vanguardia.
Una buena forma de comenzar a descubrirlo, porque en este tipo de barrios lo interesante es su ambiente y no tanto los monumentos, es quedándose en el hotel Gladstone (www.gladstonehotel.com/).
Totalmente renovado sobre una antigua residencia, se ha convertido en un epicentro de West Queen West. Regentado por una artista lesbiana y activista social, cada planta del hotel combina una sala de exposiciones con varias habitaciones. Cada dormitorio, además, ha sido creado por un artista canadiense, y por lo tanto son todos diferentes. El hotel ofrece una amplia actividad cultural y política, desde música en directo pasando por DJ hasta bodas o exposiciones. Sus cuatros espacios expositivos ofrecen 70 muestras cada año (www.gladstonehotel.com/art/upcoming-exhibitions/).
El vecino hotel Drake, a pocas manzanas, es también otro punto de referencia de este distrito, con conciertos y eventos frecuentes. El barrio y ambos hoteles serán epicentros del movimiento cultural homosexual cuando la ciudad canadiense sea sede del World Pride 2014, el festival LGBTI más importante del mundo.
Perderse por las calles aquí es un placer, sobre todo los sábados, cuando la actividad y el movimiento son más intensos. En la zona se concentran más de 25 galerías de arte (www.akimbo.ca/gallery_tours/), a las que hay que unir algunos centros de referencia del diseño contemporáneo de prestigio internacional, como el Mocca (The Museum of Contemporary Canadian Art).
Localizado en el número 952 Queen Street West, el Mocca es una parada obligada para estar al corriente de las vanguardias. Abre de martes a domingo, y el precio de la entrada es “lo que pueda cada uno”. Desde su apertura en el 2005, más de 800 artistas han mostrado sus propuestas en esta institución. Allí se ofrecen visitas guiadas a grupos, siempre que se avise con una semana de antelación.
Tours guiados, bicicletas y parques
Barrios como este, muchas veces, no suelen decir nada si no se viven desde dentro. Por eso, además de alojarse en el vecindario, puede ser interesante sumergirse en él a través de algunos de los recorridos peatonales que organiza la empresa Art in Site (www.artinsite.net).
Hay varios tipos de tours, con un costo de 45 dólares canadienses (84.000 pesos) por persona, que suelen tener lugar los sábados, llueva o haga sol, de la mano de Betty Ann Jordan, una escritora de Toronto especializada en arte y cultura.
Otra opción para familiarizarse con la vida del barrio puede ser acudir al parque Trinity Bell Woods (www.trinitybellwoods.ca/), muy concurrido a la salida del trabajo y los fines de semana. Allí, cuando el clima lo permite, se reúnen deportistas, lectores y diseñadores que venden su moda.
Comprar una cerveza canadiense o un vino de la región de Niágara en alguna de las tiendas de licores de West Queen, y sentarse a leer o ver pasar gente por el parque es una opción interesante. Además, los canadienses suelen ser bastante sociales, y es posible conocer gente y preguntarles por lugares de moda.
Otra forma de empaparse del ambiente en West Queen West, sobre todo para quienes solo disponen de unas horas o de un día, es alquilando las bicicletas del sistema público Bixi, que es sencillo, cómodo y barato.
Por 4,5 dólares (8.400 pesos) se puede usar una bicicleta todo el día para desplazarse entre las diferentes estaciones de Bixi en la ciudad, que cuenta con varias por West Queen West.
El servicio está disponible para cualquier persona que viaje con una tarjeta de crédito, y es una opción para recorrer los grandes parques de Toronto y visitar cualquier rincón de la ciudad.
Compras de diseño
No solo se respiran arte puro y modernidad en West Queen West. El diseño termina plasmándose en objetos y vestidos, como se puede comprobar en las tiendas del barrio. Croissanterías que venden bolsos, diseñadores que ofrecen vinos a los visitantes y todo tipo de combinaciones se pueden encontrar alrededor de este tramo de la calle West Queen.
También, comercios de ropa vintage o lavanderías que venden libros de segunda mano, entre otras mezclas que parecen imposibles.
Por suerte, no están aquí ni las grandes marcas del lujo internacional, que en Toronto se encuentran en el barrio de Bloor-Yorkville, ni las grandes franquicias, ubicadas en la misma calle Queen, pero más cerca del centro, más allá del parque de Trinity Beel Woods. Eso sí, entre la fortaleza del dólar canadiense y los precios de la ciudad, no se puede decir que las compras sean baratas. Pero quizás también este sea el espíritu de West Queen West.
No se trata de comprar decenas de camisetas y pantalones, sino una prenda original con un diseño individual. Algunos reconocidos diseñadores canadienses como Brian Bailey tienen aquí sus boutiques.

Toronto fundamen

Estas son algunas atracciones:
Toronto Islands. Ubicadas frente a la ciudad, es el lugar para tomar una foto de los edificios de Toronto.
CN Tower. El edificio más famoso de Canadá ofrece, además de sus vistas, un restaurante que gira y la posibilidad de caminar por su borde con un arnés.
El royal Ontario Museum, de historia natural, y el dedicado a la pintura. También, el salón de la fama del ‘hockey’.



Fuente: El Universal.

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