“Translatina”: más vale una hija travesti

Documental rodado en Perú, Argentina, México, Honduras, El Salvador, Chile, Brasil e Italia 


Al día, porque hay que gozar del momento, y de lo que se ha conseguido, aunque el sida -sin poderse pagar tratamientos, supongo- aceche agazapado en cada instante. “Si un cliente me pide que lo haga sin condón, lo pienso un poco más”.   Una belleza conseguida con la habilidad del maquillaje y con la estética de las pobres, la silicona, inyectada tal cual, con la técnica de lo que se dicen unas a otras.   Total, no es importante que este tiempo dure, es importante vivir libremente, la propia identidad, conseguir algo de pasta… y supongo que el placer de que uno o diez clientes hayan pagado por mi feminidad… (por la mía no ha pagado nadie; vamos, ni regalada).

Desde el principio: “Más vale un hijo muerto que un hijo maricón”. No señora: más vale una hija travesti, aunque le cueste la vida.   Al fondo, la sólida e implacable virtud de un oficial de la policía que se indigna de tanta inmoralidad… y el furgón del que, tras una redada, salen travestis y travestis sin parar, tapándose las caras con vergüenza, no vayan a verlas sus familiares, pero no dejan de salir, como si fuera en una trágica comedia… ¿Te imaginas tú, una noche, en ese furgón, saliendo a que te reconozca tu familia?   ¿Y el policía de a pie, que confiesa con naturalidad lo que les hacen? En ese punto me distraje y no lo sé con detalle. Otro oficial de policía, hablando muy serio, quizá muy consciente de lo que está hablando, de que es preciso respetar siempre los derechos humanos y la dignidad personal.

Que no se nos olvide esto mientras dure.
fuente:  Kim Perez F.-Figares ociogay


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